KOOZA revive los circos de antaño: un mundo rebosante de electricidad, increíbles hazañas, deslumbrantes colores y giros inesperados.
El set de KOOZA es en muchas formas, un regreso a las raíces de Cirque du Soleil. Un lugar donde el peligro, placer, esperanza, miedo, inocencia, alegría y especialmente el amor, son palpables.
El escenario es dominado por un elemento principal: una gran torre viajera llamada Bataclán. Éste mueve a los artistas dentro y fuera del escenario, actúa como quiosco y altera el performance a medida que avanza.
Inspirado en la cultura hindú, los autobuses pakistaníes y la joyería india, el Bataclán está enmarcado por "velas" que pueden ser abiertas y cerradas, como pétalos de una enorme flor.
KOOZA presenta cerca de 100 materiales de utilería, que fueron especialmente diseñados para reforzar a los personajes, dándoles una mayor profundidad y movimientos que los llenan de vida.
Una caja de resorte tamaño natural, una misteriosa silla de mago, o un simple cometa que no ha aprendido aún a volar… La utilería de KOOZA es una extensión indispensable del cuerpo del mismo artista.
Mira hacia arriba dentro de la carpa y verás un cielo estrellado, que da la apariencia de estar entrando a una nébula. Mira hacia abajo en el piso del escenario y verás un mensaje del cielo con un significado.
Retrata los cielos el día de la primera presentación pública de KOOZA.
La iluminación de KOOZA evoca un mundo radiante y caprichoso, atrapado en algún lugar en medio de la fuerza y la fragilidad, la risa y los escalofríos, la confusión y la armonía.
En KOOZA, los diseñadores utilizaron una configuración de iluminación frontal (habitual en los teatros), por primera vez dentro de la gran carpa en Cirque du Soleil. Se colocaron tres vigas sobre el público para encajar las luces.